miércoles, 10 de noviembre de 2010

PSICOANÁLISIS


Si hacemos referencia y tenemos en cuenta, todas aquellas críticas que se realizan a los diferentes enfoques y teorías psicológicas durante la historia, considero especialmente, que nos permite obtener una variedad de posturas y argumentos que a su vez nos ayudan a entender y genera un pensamiento objetivo y basado en el criticismo científico que debemos manejar como psicólogos.
  
Es evidente, que una de las principales críticas al psicoanálisis es la dificultad que éste posee de ser netamente empírico, y es allí donde surge esta gran pregunta y argumento a su vez, de ¿Cómo no va a ser contrastable o verificable?, si al llevar a cabo una psicoterapia psicoanalítica, vamos a observar un cambio evidente en cada uno de los actos y vivencias posteriores  del paciente. Siendo de esta forma, la plena garantía de comprobación empírica que el psicoanálisis es igualmente verificable, y que gracias a sus grandes y sólidos aportes teóricos – conceptuales se fundamenta como un modelo de grandes resultados a nivel terapéutico.

Otro de los puntos importantes y favorables del psicoanálisis, es la importancia que representa la historia del sujeto, ya que se convierte prácticamente en un determinante del presente, de sus vivencias e incluso de sus diferentes conflictivas emocionales y de personalidad.   “La teoría analítica no puede, entonces, compararse a la teoría de los genes o los gases sino a una teoría de la motivación histórica; “se trata de comprensión histórica y no de explicación causal natural”[1] .

Ahora bien, si hablamos un poco de lo que significa la ética para el psicoanálisis, es de igual importancia resaltar la labor que ejecuta el analista durante el proceso, a pesar de que en los demás enfoques la ética es ese punto de intersección el cual se debe tener en cuenta  para el desarrollo de cualquier terapia, no está de más de resalta que para el psicoanálisis es un valor agregado y fundamental, ya que durante su psicoterapia, el paciente revela y desnuda por completo su consciente e inconsciente, permitiendo al terapeuta tener un mayor conocimiento y ahondar de forma más precisa y completa el verdadero interior del paciente.   
Por ello, allí la ética del analista es muy importante, ya que es éste quien a demás de conocer su yo interior, éste tiene la capacidad y habilidad de reestructurar racionalmente, aquello que el propio paciente no comprende o que va conociendo y aceptando gracias a la intervención y acompañamiento de un experto psicoanalista.    


[1] RESTREPO María F., Epistemología y psicoanálisis: conflictiva hermenéutica de lo individual.

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